E
n el área que nos desenvolvemos como diseñadores, las zonas del producto que podemos intervenir con mayor seguridad para lograr una mejora en la calidad, son las que interactúan con el usuario o el entorno del producto, es decir, todo lo que tenga relación con la interface de éste hacia el usuario. Un ejemplo de suma importancia seria tomar en cuenta el factor dificultad que lleva manejar un producto, utilizando frases o conceptos familiares en el usuario, ya que por lo general estos buscan la facilidad y rapidez a la hora de escoger un producto.
En resumen creo que “Ingeniería inversa” es de gran utilidad para entender como se estructura un producto y poder sacar referentes de diversas áreas para futuros proyectos.

Tras vivir las experiencias de taller 1 y 2, este año comenzamos una nueva etapa, que por lo visto se viene con proyectos un tanto más concretos y visibles al medio.

Partimos las clases con “INGENIERIA INVERSA” una actividad que involucra el estudio de un producto analizándolo en diversas áreas, como funciones, mecanismos, piezas, interfase y otras. Con mi compañero estamos trabajando en un mouse, que a simple vista no parece muy complejo, pero a medida que transcurre la actividad, esa visión “simple” que teníamos fue cambiando, dándonos cuenta de lo complejo que puede llegar a ser un producto, y que cada pieza o forma que tenga éste, por muy pequeña que sea, tiene todo un estudio por detrás.